¿Por qué razón elegiste a tu pareja?
- Un hombre elige a una mujer porque es muy parecida a su madre y puede dejar de amarla porque se parece demasiado.
- Una mujer elige a un hombre opuesto a su padre y puede dejar de amarlo si descubre que no lo es tanto.
Muchas veces he observado que cuando llega ese ansiado momento en el que, por fin, he logrado conectar con alguien, luego no me siento satisfecho.
¿Por qué ocurre esto?
En este artículo voy a mostrarte cómo influyen en tu elección de pareja las viejas las heridas de la infancia que aún llevas contigo con tu niña interior o tu niño interior.
¿Se puede anticipar el riesgo en tu elección de pareja?
Éramos tan fuertes los dos que creímos que nada dolía, que creímos que no moriría ¿Dónde fue todo eso a parar cuando se empezó estropear?
Fangoria
El amor es desafío y riesgo, un espacio que solo puede conquistarse en compañía y construir entre los dos miembros de la pareja.
Decía Isabel Allende hace poco: “Me he enamorado de nuevo a los 75. No hay amor sin riesgo”
¿Dónde está ese riesgo? ¿Por qué no viste el iceberg que hizo naufragar la relación?
Cuando eliges a una persona como pareja no sólo lo estás eligiendo a él, o a ella, sino también todas tus expectativas, creencias y deseos que esa persona va a satisfacer cuando estéis juntos.
Crees que el otro es la cerradura perfecta para tu llave. La pieza que va a completar tu puzzle. El último cromo que pondrá fin a tu álbum de enamoramientos.
Pero todo eso que te gusta del otro, ¿realmente lo tiene? ¿o es tu imaginación quien lo viste con esas cualidades que solo tus ojos ven?
El programa de televisión First Dates nos da un buen ejemplo de las expectativas que sueles tener sobre tu pareja ideal:
- Un amante perfecto.
- Alguien que me proteja.
- Alguien que me ayude a enfrentar los miedos.
- Una persona que me permita abandonar la soledad.
- Alguien me valore.
Cuanto más sepas de…
- Tus creencias sobre quién eres de verdad.
- Tus expectativas sobre lo que debe ser una relación de pareja.
- Las necesidades afectivas que el otro debe satisfacer.
…más posibilidades tendrás de conocer al otro y anticipar el riesgo en tu futura relación de pareja.
Hasta ahora has creído que elegías a tu pareja sin hacer absolutamente nada por tu parte y que era la química o la fuerza del destino quien tomaba todas las decisiones.
De este modo llegas a la pareja con una larga lista de preceptos de lo que debe ser vuestra relación.
Te pones la chistera de director o directora del universo y empiezas a escribir, como dice Matilde Garvich, los debería del otro o los debería de tu relación.
Pero nadie tiene la obligación de hacer nada que esté en oposición a su verdadero sentir.
El único deber que tienes es ser fiel a ti misma y a ti mismo. Y cuando llega el conflicto solo hay un camino posible: la negociación. Nadie puede imponer al otro su voluntad.
¿Qué hacer cuando llega el dolor a la relación?
Lo primero que hay que hacer es escuchar el llanto de tu niña interior, de tu niño interior, que se manifiesta en en una sensación de profundo malestar.
- Observa ese malestar y reconoce por la emoción dolorosa que hay una creencia falsa en tu mente.
- Identifica esa creencia en ti.
- Observa el valor que tiene para ti esa creencia como mecanismo para fortalecer el concepto que tienes de ti misma o como mecanismo de defensa ante la realidad.
Una creencia muy común que provoca mucho malestar y que está detrás de muchos conflictos es la siguiente:
El otro tiene la obligación de darme aquello que deseaba de mis padres y que nunca me atreví a pedir.
Cuando comprendas que lo que exiges al otro es un problema tuyo no resuelto de tu infancia serás capaz de liberar a tu pareja de satisfacer tu expectativa.
Nuestro niño interior tiene la ilusión de que si recrea el escenario de la infancia puede resolver aquello que no pudimos gestionar en su momento porque éramos muy pequeños.
Se quejaba una mujer de que su marido viajaba mucho porque era director de orquesta y ella necesitaba más atención por parte de su pareja.
Su padre había sido marinero y pasaba muy poco tiempo en casa y esto la hizo sufrir mucho de niña.
Luego de adulta, ella elige una pareja que tiene que pasar largos periodos fuera de casa. Cada vez que ella se queda sola vuelve a revivir el abandono de su niñez. Entonces demanda a su marido que resuelva su herida de abandono de la infancia.
Cuando ella se da cuenta del parecido entre su elección de pareja y su historia infantil comienza a dialogar con su marido de otra manera.
Ella deja de exigir atención porque se da cuenta de que su marido no la abandona cuando se va de viaje con la orquesta.
Ella comprende que su herida de abandono se activa cada vez que su pareja se aleja del hogar, como pasaba antes cuando su padre se iba a navegar.
Cuando se da cuenta de que su demanda de atención solo es un mecanismo de defensa ante el abandono que sufrió de niña, enfoca la realidad de otra forma, desde la perspectiva de una mujer adulta y no la de una niña herida y asustada.
A través del camino del amor y la pareja puedes llegar a descubrir quién eres realmente.
Cuando profundizas en una relación aumenta tu necesidad de atender cuestiones básicas como
- ¿Quién eres?
- ¿Qué buscas?
- ¿Cómo puedes manejar tus sentimientos?
- ¿Cómo comprometerte?
- ¿Cómo entregarte?
¿Podemos establecer una fórmula para lograr una buena relación de pareja?
Claro que no.
Pero, como he dicho antes, para mantener una buena relación de pareja es imprescindible ahondar en el conocimiento de uno mismo.
Esta es la única vía para comprender al otro y comprendernos a nosotros mientras observamos nuestra imagen reflejada en el otro.
Tu familia de origen ejerció una poderosa influencia sobre ti ya que te dio la seguridad y los recursos que necesitabas para tu bienestar y supervivencia.
Ellos fueron tu primera relación de amor, las primeras personas por las que sentiste un amor profundo y de las que fuiste totalmente dependiente.
Cuando somos niños la fuente del amor está fuera de nosotros, así desarrollamos los estilos de apego.
Si tus padres te hicieron sentir carencia de amor puedes reaccionar de distintas maneras:
-
Rechazando el amor que te dan los demás.
Cuando encuentras una pareja que te da amor y temes perder ese amor, o temes que pueda abandonarte como sentiste que lo hicieron tus padres, entonces rechazas ese amor, anticipándote al dolor que pueda causarte.
Cuando una niña cree que sus padres no se ocupan de ella porque no es un niña buena puede sentirse triste y vacía mientras piensa: Nadie me quiere porque soy mala.
Entonces para protegerse de ese dolor la niña genera una creencia del tipo: No importa. No necesito a nadie. De este modo crea una coraza protectora que le impide recibir el cariño de otras personas. Este es su mecanismo de defensa ante la realidad.
De esta manera hará todo lo posible para que la persona que le ofrece su amor desista de su intento y termine por abandonarla, fortaleciendo así el concepto que tiene de sí misma: Nadie quiere estar conmigo.
A medida que fortalece esa creencia falsa fortalece también la necesidad de protegerse y la coraza que le impide recibir el amor de los demás.
De este modo una falsa creencia de nuestra mente puede convertirse en una profecía autocumplida: Pienso que nadie quiere estar conmigo, me protejo para no sufrir y al final termino solo.
-
Demandando el amor que no recibes.
Otras veces vives la relación demandando a tu pareja ese amor, esa ternura y esas caricias que no recibiste en la infancia.
Y esta demanda puede hacerse de forma obsesiva y por mucho que tu pareja te dé siempre vas a sentir esa falta de amor que no obtuviste.
Las heridas de nuestro niño interior no puede resolverlas nuestra pareja y hasta que no seamos conscientes de ese dolor seguiremos recreando los escenarios infantiles.
¿De qué manera?
Buscando parejas que abandonan, con la ilusión de que el otro podrá curar aquello que solo nosotros podemos sanar.
-
Ocultar nuestra necesidad de amor.
Otra reacción posible a una niñez carente de afecto es la contraria a la demanda ansiosa de amor. Se trata de esconder y negar tu necesidad de afecto y amor porque tienes miedo de mostrarla.
Temes que se rían de ti, que no te den lo que buscas o que te lastimen. Entonces te mientes y simulas que no necesitas nada, que eres autosuficiente.
Como la zorra de la fábula dirás “Están verdes” mientras te alejas de las uvas que no puedes alcanzar.
Cuando iba a las discotecas me sentía invisible y luego cuando subía las escaleras de vuelta a casa solo y triste porque nadie había querido ligar conmigo, me decía a mi mismo, la verdad es que no había nadie que mereciera la pena.
Mi propia historia eligiendo pareja
Si, por el contrario, tuviste unos padres muy controladores, invasores, que se entrometían en tu vida, el miedo que surgirá en tus relaciones es que la pareja te invada, te oprima y te sofoque emocionalmente.
En una relación de a dos, damos lo que recibimos y pedimos lo que nos faltó, repitiendo viejas escenas del drama de la niñez.
Matilde Garvich
Si tus padres no valoraron tu necesidad de independencia exigirás que tu pareja te permita espacios propios.
Cuando era niño, tal vez, necesitaba independencia e intimidad y me acostumbré a ocultar mis emociones y mis sentimientos. O tal vez no me dejaron expresarme libremente porque mis padres estaban siempre encima de mi, el caso es que entonces construí la creencia: Mejor me callo, y así no molesto.
Fui un niño muy tímido. La timidez fue una máscara que desarrollé para protegerme del dolor que me causaba las relaciones (con otros niños, con mis maestros, con mis familiares o con el cura cuando era monaguillo).
Luego cuando estaba en pareja y mi pareja no satisfacía mis necesidades seguía guardando silencio, esperando que el otro adivinara lo que estaba necesitando.
Recuerdo una vez que fui al mercado con una pareja con la que llevaba poco tiempo. Él propuso que compráramos una piña. A mi no me gustaban las piñas, pero me callé, “mejor me callo y así no molesto”. Cuando después de comer llegó la hora del postre desvelé mi secreto y mi novio se enfadó porque no había querido confiar en él y decirle la verdad.
Por experiencia sé que la expectativa de que el otro adivine lo que estoy necesitando solo genera frustración y alejamiento en la pareja.
Solo si somos capaces de expresar sin miedo lo que necesitamos podremos comprobar si nuestra pareja puede o no dárnoslo.
Según todo lo que hemos visto son las historias individuales de cada uno las que suelen generar las situaciones de conflicto.
El que tiene un conflicto con el otro en realidad lo tiene consigo mismo.
En mi primera relación de pareja, uno de nosotros fue un niño herido y sediento de afecto y el otro tuvo una infancia opresiva con un férreo control de los padres. Entonces nuestra relación fue difícil pues cada uno le pedía al otro precisamente lo que no pudo recibir durante la infancia. Él me pedía atención y afecto y yo le pedía independencia y libertad.
Yo que temía la opresión que había sufrido en mi infancia busqué inconscientemente una pareja que temía el abandono que él había sentido en la suya.
Inconscientemente cada uno recreaba el escenario de las heridas de la infancia. Uno recreaba un escenario de agobio y el otro un escenario de abandono.
Cada vez que él demandaba mi presencia y mi afecto yo me alejaba para no sentirme, otra vez, agobiado. De este modo, con mi alejamiento, él se sentía, de nuevo, abandonado.
Fuimos a terapia convencidos de que la causa de nuestro malestar estaba en el otro. Entonces ambos éramos inconscientes de nuestras historias individuales.
Tuvieron que pasar varios años hasta que nos dimos cuenta de que el malestar que sentíamos era el llanto desesperado de nuestro niño interior.
¿Cómo podemos sanar las heridas de nuestro niño interior?
Estas heridas pueden ser sanadas si somos capaces de profundizar en nosotros mismos.
Ahora tengo una excelente relación con mi primera pareja y han tenido que pasar muchos años para que ambos nos hiciéramos conscientes de que lo que nos impide vivir plenamente de adultos es precisamente lo que nos ha faltado de niños.
Es entonces cuando podremos dejar de proyectar en el otro la causa de nuestro malestar y desarrollar los recursos necesarios para responsabilizarnos de nuestros sentimientos de abandono o de nuestra necesidad de libertad.
Muy pocas veces nos detenemos a pensar seriamente: ¿Quién soy yo en realidad? ¿Qué quiero para mí?
Mientras seamos inconscientes de lo poco que nos conocemos tampoco podemos conocer al otro ni permitirle que nos conozca. Hasta que no salte a la luz de nuestra conciencia el peso de nuestra historia infantil, seguiremos relacionándonos con nuestra pareja de forma similar a la aprendida de la niñez.
Matilde Garvich
Observa si te has preguntado alguna vez ¿Quien soy yo en realidad? ¿Qué quiero para mi? Contesta en los comentarios.
Recuerda que cuanto más sepas de ti misma, de ti mismo, más posibilidades tendrás de conocer al otro y anticipar como será su relación contigo.
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Ubuntu!!
Hola, creo que no es casualidad que llegue a este artículo, mi realidad es que he tenido una infancia solitaria, mi padre no se hizo cargo de mi, y mi madre me llenaba de afectoa desde lo material, al crecer siempre me senti vacia, a los 19 años conoci a una persona donde al tiempo me fui enamorando de él sin ningun motivo porque en si no me brindaba nada, pasaron los años y nos veiamos pero jamas llegamos a tener algo serio, de eso hoy hace 7 años que se viene asi sin jamas llegar a tener algo bueno, hace tiempo comencé terapia, donde me estoy conociendo aun mas yo, y dias anteriores decidi poner punto final con esta persona, creo que las vivencias en la infancia impactan definitivamente en una relacion.
Muchas gracias, Antonella, por tu comentario.
Las vivencias de la infancia impactan definitivamente en nuestras relaciones de pareja, como tú dices. Durante la infancia fabricamos al personaje que creemos ser.
Ese personaje aprendió a recibir y dar amor de una determinada manera. Y el problema no es el personaje sino la identificación con el personaje.
Tal vez la ausencia del padre ayudó a que para ti, en la edad adulta, fuera algo normal mantener una relación que no te brindaba nada.
Una vez que nos hacemos cargo de nuestras creencias inconscientes podemos decidir soltarlas, para eso es necesario reconocer el valor que esas creencias tienen para nosotros.
Un sentido abrazo
Gracias por tu texto,me ha servido mucho, de niña sufrí muchísimo por el abandono de mis padres pero específicamente por el de mi madre.Ahora de adulta entiendo que ella también tuvo una infancia muy triste. Mi esposo es un hombre gentil y nunca me ha dado luces de no estar completamente enamorado de mí (y he buscado muchísimo). Constantemente frente a cualquier diferencia me veo completamente desbordada diciendole que es frío y distante, que sólo le importa el trabajo y que me molesta su actitud pacífica en la que esconde su verdadero sentir que es indiferencia y remato con un !eres igual a mi madre!.Últimamente me he fijado más en mi actitud y no en la él y comencé a notar estas cosas que gracias a tu texto aclaré bastante, ojalá algún día pueda lograr que mi niña interior se sienta plena
Muchas gracias, Carolina, por compartir tu experiencia.
Descubrir nuestras heridas inconscientes puede aportar mucha luz para comprender por qué exigimos a nuestra pareja calidez o atención.
En realidad, el otro no está ahí para que descubramos lo que pasa en su interior, sino para que nos refleje aquello que pasa dentro de nosotros.
La única forma de que podamos ver nuestras creencias inconscientes acerca de nosotros mismos es a través de la proyección en el otro de lo que se mantiene inconsciente. Por eso acusamos a la pareja de ser fría o de no ser honesto con nosotros. El juicio hacia el otro refleja aquellas heridas que aún no somos capaces de ver en nosotros mismos. Cuando aceptamos la responsabilidad de lo que sentimos estamos en disposición de sanar a nuestra niña interior.
Me alegra que el post te haya ayudado a comprenderte un poco mejor.
Un sentido abrazo.
Hola Javier,
Mi esposo me acaba de decir que no quiere regresar conmigo porque no esta dipuesto a invertir mas tiempo en nuestra relacion, el dice que soy controladora y que segun esto asi no puede vivir, he reflexionado las cosas y creo que realmente no soy asi, durante nuestra relacion le di la libertad que el necesitaba y si a veces le exigia estar un poco de tiempo con el era porque trabajaba demasiado, por lo que nunca me hizo sentir como su prioridad, su mama murio cuando tenia 11 de un dia para otro y su papa lo dejo con su hermana y se fue a otro pais, el esta muy enojado por lo que segun yo le hice durante toda nuestra relacion, lo que te comente en las primeras line,as yo lo amo mucho solo que no se como resolver esto, creo que tiene la herida de abandono de la infacia y no se como ayudarlo, no lo he visto ni hablado con el en un mes, no quiero perderlo, pero tampoco quiere ayuda profesional, que puedo hacer, dejarlo ir?
Gracias, Anna, por tu comentario.
Nuestra pareja no está ahí para que sanemos sus heridas, sino para que nosotros podamos descubrir las nuestras.
No podemos ayudar a quien no quiere recibir la ayuda. Eso no quiere decir que él esté equivocado. La mejor forma de ayudarlo es respetar sus decisiones.
No es tarea de nuestra pareja que nos haga sentir su prioridad. La finalidad de la relación es trabajar juntos para necesitarnos cada vez menos. Solo cuando liberamos al otro de que satisfaga nuestras necesidades podemos amarle realmente. De otra manera empezaremos a manipularle para que nos dé lo que creemos que debe darnos.
Todo lo que puedes hacer es tomar decisiones que contribuyan a tu felicidad bienestar y permitir que él tome las decisiones que contribuyan a la suya.
Regresar o no a la relación es una decisión suya.
Entiendo que puedas pensar que la solución está en que él regrese porque aún lo amas, al mismo tiempo, pensar así no solucionará el problema de la pareja si él ha decidido no invertir más tiempo en la relación.
Lo que puedes hacer es trabajar en ti, en tus creencias y sanar las heridas inconscientes de la infancia que se han despertado a raíz de la separación.
Si necesitas ayuda, estoy a tu disposición.
Un sentido abrazo.
Hasta hace poco tiempo fui consiente de las heridas de la infancia que tengo a raíz de abandono de padre de manera simbólica y sobre protección de mi madre y a raíz de ello las relaciones que entabló siempre terminan en abandono de parte de la otra persona y es porque estoy pidiendo que supla lo que mis padres no me dieron, hace poco empecé a hablar con alguien pero me di cuenta que estoy cometiendo un error y quisiera poder contarle a él lo que me está pasando pero apenas llevamos de habernos conocido un mes, estoy con ayuda sicológica para poder resolver y sanar mis heridas, por qué muchas de las cosas que leí aquí me identifique con ellas en relación a parejas y deseo sanar para poder tener una relación de pareja sana y sanarme a mi como mi niña interior y cómo la Mujer que ahora soy y llevar una vida más feliz. Gracias
Gracias Lorena, por confiarnos tu experiencia.
A menudo creemos que confiarle a nuestra nueva pareja el miedo al abandono es algo puede ayudarnos.
Es posible que, si estamos iniciando la relación, nuestros miedos despierten los miedos del otro.
Creo que es mejor, como tú has hecho, pedir ayuda externa. A fin de cuentas, la sanación de nuestra herida de abandono es un asunto nuestro exclusivamente.
Precisamente, como bien dices, los problemas surgen cuando hacemos responsable al otro de cuidar la herida de nuestra niña interior al pedirle que supla lo que nuestros padres no nos dieron.
Un sentido abrazo y nos vemos en la sesión estratégica.
buen día:
me ha parecido muy interesante el post, a raíz de esto me gustaría pedir un consejo mi pareja y yo probamos vivir juntos por por casi 3 meses por razón de la suerte o el destino el perdió su empleo y tubo que cambiar de residencia hemos estado llevando una relación a distancia durante casi 8 meses mas hasta ahora nos había funcionado hasta la semana pasada cuando el me comenta que nadie sabia de mi con respecto a sus amigos pues se encuentra terminando su proceso de divorcio en fin me molesto esto y terminamos en discusión ahora que lo escribo creo saber cual fue la reacción de mi niño interior: mi ex pareja con la que estuve 17 años nunca me dio mi lugar como esposa y cuando estábamos a punto de casarnos persistir actitudes narcisistas en el. creo que asocie esto y explote. le dije que no abusara de la confianza que le había dado…. y eso a el le genero miedo en sus propias palabras me dijo que me tiene miedo que lo lastime su ex esposa es una mujer también narcisista. ahora no se que hacer con respecto a esto como manejar esta situación. Dice quererme pero también dice que me tiene miedo no se como enfrentar adecuadamente esto.
gracias por el consejo.
Hola Kat,
Yo no sé que es lo que tienes que hacer.
Por lo general lo que vemos que hace nuestra pareja refleja nuestro estado interno y lo que pensamos y creemos a cerca de nosotros mismos.
Me dices que tu ex-pareja nunca te dio tu lugar como esposa, y ahora tu nueva pareja (he creído entender) parece que tampoco te ha dado el lugar que crees merecer.
Date cuenta que aquello que nos ocurre en nuestras relaciones de pareja solo refleja nuestro estado mental para que así podamos verlo y darnos cuenta.
Mira a ver si puedes observar que creencias tienes acerca del lugar que mereces tener en una relación para que dos parejas te hayan mostrado esto que tanto dolor te causa.
La razón de tu dolor no está en lo que tus parejas o ex-parejas hacen sino en aquello que crees acerca de ti misma y que tus relaciones amorosas te están mostrando.
Un sentido abrazo.
Hola Javier. La verdad después de muchos años de reflexión interna creo que este post refleja exactamente lo que me pasa. Crecí en un hogar donde mi padre ejercía violencia física, verbal y psicológica contra mi madre y contra mis hermanos y yo. Quizás por mi carácter rebelde un buen día lo enfrente y me convertí en la defensora de toda mi familia contra él, jurando que jamás estaria en la situación de mi madre, que dependía completamente de mi padre (pues no le permitía trabajar, no disponía de recursos, no podía manifestar ni menos ejercer su propia voluntad). Fue así que crecí siendo totalmente independiente, llegando a tener muchos méritos académicos y profesionales. Pero nunca llegue a tener una pareja que de veras me completara. Elegía hombres emocionalmente inaccesibles, comprometidos, con los que mantuve relaciones largas pero me autoengañaba que no necesitaba más que relaciones casuales, sin ningún compromiso. Hasta que caí en depresión, y gracias a la terapia pude entender que los elegía con esas características, cuando en realidad necesitaba afecto y cercanía. Me pasa actualmente que estoy iniciando una nueva relación, con alguien mas predispuesto a una relación, pero con quien tengo serias dificultades de comunicación, pues es tímido y no logramos conexión en un plano más profundo y emocional. Esto me genera muchísima ansiedad, pues a cada momento siento que yo no le importo, estoy pendiente de la frecuencia con que me llama o si me busca. Como puedo hacer para tomar esto con más tranquilidad? Siento que he pasado de comportarme cono una mujer insensible a alguien emocionalmente dependiente, con poca seguridad y muchísima ansiedad. Espero tus comentarios. Gracias!
Muchas gracias, María, por escribir.
Cuando tenemos un problema solemos buscar la causa del malestar fuera de nosotros. Así hemos aprendido a no reconocer las heridas de nuestra infancia y que afloran en nuestras relaciones de pareja.
Aprendimos la forma de amar en pareja en la infancia. Allí creamos nuestros patrones de conducta amorosa y las creencias que luego nos darán identidad de adultos, como “Yo no quiero compromiso en mis relaciones” o “A mi me gustan las relaciones casuales”. Luego, de adultos, precisamente elegimos aquellas parejas que confirmarán después esas creencias acerca de nosotros mismos.
Pregúntate por qué has iniciado una relación con alguien con quien tienes serias dificultades de comunicación. La respuesta a tu pregunta de cómo tomarte esto con más tranquilidad no está en lo que hace tu pareja, sino en ti misma. La fuente del malestar no está en él sino en ti. ¿Qué parte de ti misma estás fortaleciendo al elegir a una persona con esas características? ¿Qué creencia acerca de ti quieres confirmar al tener una pareja así?
Espero que estas preguntas activen en ti nuevas comprensiones que te ayuden a estar más tranquila.
¿De qué otra forma crees que te podría ayudar?
Un sentido abrazo
Me gustaría saber como saldremos que hemos sanado?o la herida siempre seguirá ahi y solo debemos tratar de trabajarla?una vez que sabemos cual es esa heeida como sanaf ese noño que pasos a sehuir ?
Hola Viviana. Muchas gracias por escribir.
Sabemos que hemos sanado cuando estamos en paz.
La herida no desaparece cuando la reconocemos. Es preciso hacer un trabajo de perdón y aceptación de la herida. Para eso es preciso que podamos soltar la máscara que hemos fabricado para protegernos de la herida. La máscara es el ego. Soltar la máscara nos resulta difícil porque nos hemos identificado tanto con ella que soltarla nos asusta porque creemos que perdemos nuestra identidad, creemos que dejamos de ser nosotros mismos; no nos damos cuenta de que el dolor surge de la identificación con la máscara, con el ego.
Los pasos que hay que dar son los pasos del Perdón.
1. Reconocer que no estamos en paz y que no somos felices.
2. Descubrir que es aquello que nos causa malestar e identificar las causas del conflicto.
3. Observar qué creencias acerca de nosotros mismos hay debajo de ese malestar y darnos cuenta del valor que tiene esa creencia para nosotros.
4. Preguntarnos si estamos en disposición de cambiar y soltar esas creencias que nos causan malestar.
5. Permitir la corrección del error
6. Poner en práctica el aprendizaje.
Si crees que puedo ayudarte de otra manera estoy a tu disposición.
Un abrazo
Buen día Javier, yo estuve en un matrimonio por 23 años, yo quería a mi ex esposo pero lo que yo crei una ventaja de que yo PODRÍA MANIPULARLO. Durante mi niñes Mis padres hacían reuniones mínimo 2 veces al mes donde había música y bebidas embriagantes, yo nunca tuve comunicación verdadera con mis padres y lo que buscaba era un esposo que no se embriagara ya que a causa de que mis padres lo hacía había muchos conflictos entre ellos, yo odiaba estos sucesos por lo cual creí que SI TENÍA UN ESPOSO QUE NO SE EMBRIAGARA YO SERÍA FELIZ, APARTE QUE EN MI MENTE FUI FORJANDO LA IDEA DE QUE YO NUNCA PERMITIRÍA QUE ME GRITAR A O ME HUMALLARA NINGÚN HOMBRE, de esta manera siempre estuve a la DEFENSIVA en el transcurso de mi matrimonio. Mi edad es de 54 años y tengo 14 años que mi Ex marido se fue de casa y 1 año y medio de divorciados, he tenido parejas todas sin compromiso, nos divertimos y salimos de vacaciones pero yo estoy en el plan que “mejor sola que mal acompañada ” pero en el fondo si me gustaría tener una relación estable, vivir con mi PAREJA. Con lo que ha llegado a mi , que lo nombró REGALO DIVINO, las conferencias de AMOR IRRESISTIBLE y por ende haberte conocido a ti y a través de la informacion que me estás enviando, veo que tengo mucho que sanar. Más no se como iniciar este camino, ya que tengo tanta información que no encuentro por donde empezar, más sin embargo creo que con esta información que acabo de recibir SIENTO QUE ES DAÑANDO A MI NIÑO INTERIOR, más sin embargo siento que hay tanto que sanar y me pregunto ¿ habrá tiempo para sanar y formalizar una relación de pareja???
Muchas gracias Javier por traer LUZ a mi vida. Nos BENDIGO
Querida Pilar, muchas gracias por tu honestidad compartiendo tu experiencia.
El camino de tu paz interior es la sanación de tu niña interior.
Pienso que hay tiempo de sanar a la niña y formalizar una relación de pareja porque ambos objetivos se alimentan el uno al otro.
Nuestra pareja nos muestra las heridas que tenemos que sanar y es nuestra responsabilidad hacernos cargo de ellas o no.
Tu niña interior creyó que podía manipular a tu pareja. La niña cree que si se dan las circunstancias que provocaron su malestar (padres embriagados) ella podrá hacer en el presente lo que no pudo lograr en el pasado porque era pequeña. Por eso buscó recrear una situación similar con tu pareja.
Observa que solo las relaciones pueden mostrarnos aquello que hay que sanar.
A medida que sanas puedes ir aceptando al otro tal como es y también puedes amarlo sin intentar cambiarlo.
Un abrazo.
Hola Javier, me has hecho pensar mucho. Ahorita tengo una relacion en la que no se si se puede trabajar en ella o debo terminarla para trabajar en mi. Te comento que no discutimos. Yo temo pedirle o expresarle cualquier malestar que tengo y finjo ser comprensiva. Pero al final solo me quedo con la sensacion de que el pone barreras y estamos distanciados. El sabado le he mandado una foto, sabiendo yo misma que soy muy insegura sobre mi imagen fisica, y deseando que le guste pero casi esperando que el se desilucione y me deje. Yo sufri abandono, humillacion y violencia de niña. Y a el sus padres le eran muy estrictos.
No logro hacerme las preguntas correctas para saber cuales son mis creencias? Es como si estuviese bloqueada.
Lo unico que logré ideintificar es que siempre me digo ” Tienes que ser fuerte, no puedes molestar a los demas porque ellos tienen algo importante que hacer” pero al final me siento sola y abandonada
Muchas gracias por tu tiempo y tus comentarios que me seran de gran ayuda
Gracias, Sofía, por compartir tu experiencia de vida.
No es fácil hacer las preguntas correctas descubrir nuestras creencias, al mismo tiempo conocer lo que pensamos es esencial para poder soltar esa manera de pensar equivocada que nos hace sufrir.
Aún así, veo que tienes localizadas unas cuantas creencias que te causan dolor: tu inseguridad sobre tu imagen física o la creencia de que primero están las necesidades de los demás antes que las tuyas.
Es posible que estos vídeos acerca de la herida de humillación y abandono puedan ayudarte a identificar tus creencias:
https://youtu.be/7Sw7udzG82E
https://franciscojaviergutierrez.com/herida-de-abandono-cuando-buscas-pareja/
Acerca de la decisión de trabajar en la relación o trabajar en uno mismo, puedo decirte que el trabajo siempre es con uno mismo. La relación es un instrumento y un medio para trabajar en uno mismo.
Un sentido abrazo
Hola Javier,
Llevo 34 de dolor emocional, me crie con mis abuelitos porque mi papa trabajaba demasiado para un partido político en Nicaragua y lo “mejor” era que los abuelitos nos cuidaran a mi hermano y a mi.
He pasado pensando de mis parejas lo siguiente: “Ellos ven el amor como una debilidad, si le digo que los quiero o demuestro el amor, se alejan e igual si no les demuestro mi cariño, están ahí para mi”, al leer este post me doy cuenta que eh tenido parejas a las que he creído amar mucho pero me doy cuenta que digo quererlos mas porque sentí su rechazo y los hombres que me han amado (muy pocos) han sido personas a las que yo no he querido mucho y me “doy cuenta que si los quise” hasta que termino la relación, WOW!!! De mis abuelitos recibí mucho amor, pero siempre estuvo presente el abandono de mi papa y la manipulación que pienso que él le hacia a mi mamá para que no viviéramos con él. Ese dolor me ha acompañado toda mi vida, suelo pensar y adivinar (supuestamente) lo que mis parejas piensan o creen de mi, padezco de ansiedad de no poder controlar las cosas a mi alrededor ahora se que tengo mucho trabajo por hacer con mi niña que creyó no sentir castigo al crecer yq ue todo lo podia superar, pero su vida me demostro que el dolor nos acompaña hasta que no lo superemos.
Hola Tania,
Gracias por escribir y por compartir tu experiencia de vida.
El dolor de nuestro niño interior nos acompaña durante toda la vida hasta que decidimos ocuparnos de él. Es entonces cuando podemos asumir la responsabilidad de nuestro sufrimiento.
Al asumir que la herida de nuestro niño interior ya estaba antes de conocer a nuestra pareja, comprendemos que el origen de nuestro dolor no está en el otro, sino en nosotros mismos. El otro lo único que hace es despertar esa herida de abandono o rechazo que experimentamos en la infancia.
Cuando sanamos la herida de nuestro niño interior nos sanamos a nosotros mismos.
De este modo, cuando dejamos de pedirle a nuestra pareja que se ocupe de ese pequeñín, de esa pequeñina que vive dentro de nosotros, mejoramos nuestra relación de pareja.
Un abrazo
Hola Javier.
Comparto contigo muchas cosas con las que escribes, sin embargo siento que por lo menos yo he llegado a la conclusión de saber cual es mi herida del alma, solo que aún sabiéndola lo mas complejo se muestra en que pasos seguir.
Entiendo que cada uno vive procesos diferentes, sin embargo en mi caso, elegí una pareja que “pareciera” no quiere estar y llevo 20 años y sigue ahí aunque de forma intermitente. Se que si doy mis razones del porque me alejo resultaría quizá solo una interpretación.
La pregunta sería y queriendo saber más a fondo ¿Qué haces cuando ya te diste cuenta de tu emoción, como construyes desde ahí, como puedes no romperse la relación, aun siendo consciente de esto?
Gracias por tus aportaciones, que tengas lindo día!!
Hola Mónica,
Gracias por compartir tu experiencia.
Me dices que eres consciente de que elegiste una pareja que pareciera no querer estar. Ahora lo que cabría preguntarse es qué creencia sobre ti misma subyace en esa elección. Tal vez exista algo que anhelas sentir, de forma inconsciente, cuando eliges a alguien a tu lado que parece no estar.
El trabajo con nuestras creencias es proceso lento porque no es fácil, sin ayuda, renunciar a las ideas que tenemos de nosotros mismos.
Un abrazo
Hola FJ!
Tengo que decirte que de todos los posts que te he leído hasta ahora (no sé si los he leído todos!) este es el que más me gusta. Muy iluminador! Te agradezco mucho tu claridad y sabiduría en este tema. Como crítica constructiva te diría que como son temas tan arquetípicos, incluso con más simplicidad se entendería mejor.
Suerte, gracias y un abrazo
Muchas gracias Laureano por tu comentario.
Busco constantemente la simplicidad pero no siempre lo consigo. Tomo nota de tu feedback. Gracias por tu honestidad.
Como acompañante no puedo ir más lejos de mi propia experiencia. Aligerar nuestras heridas emocionales es un proceso lento que requiere mucha observación y compasión hacia nosotros mismos.
He comprobado que a medida que crece nuestro amor hacia ese pequeñín que llevamos dentro, la vida se vuelve más sencilla y transparente.
Un abrazo.