¿Qué aprendiste de ti misma durante la separación?

Dicen las estadísticas que con el fin del verano llega también el fin del amor en muchas parejas.

Con el testimonio de 9 mujeres quiero recuperar aquello que eso viejos amores nos dejaron y que tal vez, solo tal vez, no hemos sabido agradecer aún.

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Quiero agradecer a todas y cada una de ellas que hayan aceptado el reto de observarse a sí mismas y convertir su experiencia en un hermoso espejo en el que todos podemos mirarnos también.

Mª José Mochón: tantrayyoga.com

Mª José MochónMª José es maestra en atravesar el miedo y sacudirse esa vergüenza que te hace creer que no eres buena ni válida. 

¿Qué aprendiste de ti misma durante la separación y que luego te sirvió para ser más feliz o para fortalecer tus relaciones futuras?

Qué buena pregunta Francisco Javier.

Todas, absolutamente todas nuestras relaciones están contaminadas por nuestro/a niño/a interno/a herido/a.

No hay una relación de AMOR VERDADERO si no hemos sanado nuestro niño interno.

Pero eso yo no lo sabía cuando me separé de mi primer marido. En esos días yo creía que mis malentendidos con él eran por él, por su no apertura, por no querer crecer, por no acompañarme en mi proceso y en realidad, después de mi trabajo de sanación con mi niña interior, lo que yo tenía es un terrible miedo al abandono, a caminar sola en mi proceso, a no sentirme valorada, amada, válida…. ahora sé que eran las carencias que viví en mi infancia.

Nuestras parejas pasadas y actuales vienen a mostrarnos el trabajo de evolución y crecimiento personal que nos queda pendiente. Aprender eso me ha dado poder.

Mi felicidad ya no depende de mi pareja. No soy un ser pasivo esperando amor, esperando que me amen, esperando que me reconozcan. Ahora me amo a mi misma y esa luz se irradia tanto que hace que los demás se enamoren de mí.

Vale, vale… no siempre es así 🙂 Hay muchos días que no me amo, que me trato mal y entonces ¡zas! compruebo de nuevo como vuelvo a atraer eso a mi vida. Así que, si hay algo que he aprendido con mi separación, es comprender que el poder está siempre en mí y que el camino es el trabajo de sanación con la niña interior que vive conmigo.

Así que creo que hay que grabarse a fuego la frase: EL PRIMER AMOR ES EN UNO, ES SIEMPRE CON UNO. Y esa es mi misión de vida, seguir evolucionando hasta poder llegar a decir un día:

Mi amado puede hacer lo que desee. Yo le amaré siempre. Con toda mi alma. No importa lo que haga, donde esté, con quien viva… He aprendido que mi amor no depende del tuyo. No hay nada que puedas hacer para que yo deje de amarte. No te usaré más como objeto de mis conflictos y mis carencias. No me puedes traicionar a mí. Puedes traicionarte a ti mismo. Esa es la clave. Cada cual libre y responsable. Ya no es época de mendigar amor.”

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Ana Vico: befullness.com

Ana te ayuda en esas áreas de tu vida que te generan conflicto enseñándote a reprogramar tu mente para que tengas una vida más consciente y plena.

Ana Vico

¿Qué aprendiste de ti misma durante la separación y que luego te sirvió para ser más feliz o para fortalecer tus relaciones futuras?

Me di cuenta que así no quería vivir el resto de mi vida, que merecía algo más, que una relación de pareja era mucho más que lo que tenía en ese momento… Discutir por pequeñeces, día tras día, me quemó.

En mi interior, mi yo esencial me gritaba “sal de aquí, mereces algo mejor”. Así que corté esa relación tóxica y aprendí a valorarme más.

Desde entonces, vivo plenamente.

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Eva Barques: begreenchica.com

Eva aprendió a llevarse bien con su cuerpo sanando su problemática relación emocional con la comida y te enseña cómo puedes sanarte tú también.

Eva Barques

¿Qué aprendiste de ti misma durante la separación y que luego te sirvió para ser más feliz o para fortalecer tus relaciones futuras?

Principalmente que mi felicidad depende sólo de mí.

Que es un error culpar a la otra persona de tus miedos, inseguridades y de tu infelicidad.

Que soy responsable de mi vida en cada momento.

Que mis decisiones, y no las de otros, me han llevado a donde me encuentro en cada momento, que no es sano eludir esa responsabilidad.

Que nadie puede “hacerme feliz”, en realidad, si yo no siento esa felicidad nacer en mi interior.

Que siempre que ponemos nuestra felicidad a depender de otras personas, otras cosas, y otras experiencias externas a nosotros estamos “vendidos” a expensas de sus fluctuaciones constantes.

Fortaleciéndome yo fortalezco mis relaciones.

Si no me miro a mi misma y me responsabilizo de todo lo que me condujo a la ruptura es muy probable que vuelva a repetir la misma historia en la siguiente relación.

Entender esto me llevó mucho tiempo en soledad.

Ahora, en mi relación actual, si detecto fricciones ya “conocidas”, les doy la bienvenida y las utilizo como señales muy valiosas de por dónde tengo que empezar a trabajarme, dejar de repetir esa conducta, crecer en esa faceta escuchando a la otra persona que en realidad está ahí para enseñarme.

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Victoria Pérez: planetavital.com

Victoria es experta en naturopatía, medicina china y desarrollo personal y ayuda a los profesionales de las terapias naturales formándoles en su andadura como terapeutas.

Victoria Pérez¿Qué aprendiste de ti misma durante la separación y que luego te sirvió para ser más feliz o para fortalecer tus relaciones futuras?

Aprendí cómo mis miedos, mi ego miedoso y receloso, puede interferir y hacer que lo más sencillo parezca muy difícil.

Aprendí que debo amarme a mí misma antes de pretender amar a nadie más, que debo respetar mis espacios, mis valores, mis objetivos, para poder después compartirlos y compartir los de la otra persona.

Aprendí que darte no significa olvidarte.

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Ana Costa: zonamindful.com

Ana tiene para ti una zona libre de estrés, un remanso de paz y tranquilidad lleno de recursos para que recargues tus pilas y de desconectes de las preocupaciones del día a día.

Ana Costa

¿Qué aprendiste de ti misma durante la separación y que luego te sirvió para ser más feliz o para fortalecer tus relaciones futuras?

Mi ruptura de pareja fue para mí un proceso muy largo, doloroso y difícil. Me costó muchísimo y, cuando por fin lo hice, durante mucho tiempo me sentí muy mal, porque, no podía quitarme de encima el sentimiento de fracaso, de culpa y de inutilidad.

Yo había estado programada toda mi vida para hacer lo que se esperaba de mí: ser una buena chica y una buena estudiante, conseguir un buen trabajo, casarme, tener hijos y acabar felices y comiendo perdices con mi marido para siempre.

Pero, asumir que mi relación de pareja se había terminado, era romper ese cuento de hadas y no cumplir con mi parte del guion. Yo me había casado para toda la vida, y terminar mi relación, no entraba en mis cánones de lo que era correcto y adecuado. No era lo que debía hacer, no era lo que me habían enseñado, y eso me hacía sentir fatal.

Por ese motivo, atreverme a dar por fin ese paso que tanto me asustaba, me dejó con el enorme peso de sentir que había fracasado en mi vida y había decepcionado profundamente a quienes me rodeaban.

No fue hasta pasado un tiempo que me di cuenta de que, aquel proceso que me había dolido y costado tanto, en realidad, también había sido lo que más me había enseñado de mí misma y lo que más me había hecho crecer. Y dejé de verlo como un fracaso, para empezar a verlo como un enorme aprendizaje de muchas cosas sobre mí que hasta ese momento había ignorado y que eran importantísimas en mi vida.

Después de haberme atrevido a dar aquel paso de romper una relación en la que no me sentía feliz, descubrí que, por primera vez, había sido capaz de enfrentarme a mis miedos más profundos y había sido capaz de escuchar mi propia voz y de honrarla por encima de todo, para tomar por fin las riendas de mi propia vida y empezar a vivir la vida que yo quería de verdad vivir, y no la que otros habían diseñado para mí.

Empecé a comprender quién era yo en realidad, qué necesitaba y qué quería de verdad. Y empecé a dejar de ser la que otros esperaban que fuera, y dejar de querer agradar a otros a costa de renunciar a mí misma, para permitirme SER yo misma. Y esa es la lección más importante que la vida me ha podido enseñar jamás, porque, sin ese primer paso, ninguna relación estable, duradera y feliz es posible. Ni con otro, ni conmigo.

Y, desde ese profundo conocimiento interior, aprendí algo fundamental e importantísimo para mis relaciones futuras: que mi gran error había sido fundamentar mi relación en la necesidad, el miedo a estar sola y el apego, y no en el AMOR incondicional hacia mí y hacia el otro. El gran error había sido esperar a que el otro me amara y me aceptara, cuando yo misma no era capaz de hacerlo. Porque, si yo no me aceptaba a mí misma, tampoco podía aceptar al otro y, entonces, la relación se iba a basar en la dependencia y la necesidad y no en el auténtico AMOR. Y así, solo nos iba a aportar sufrimiento e infelicidad, y no crecimiento, enriquecimiento mutuo y felicidad. Nos iba a empequeñecer y no a hacernos crecer.

Comprendí que no podía habernos ido bien, si mi pareja o yo nos exigíamos mutuamente cambiar para ser como el otro esperaba. Y si ese era el paso obligado para poder continuar juntos, porque no sabíamos simplemente aceptarnos tal y como éramos, entonces, una relación feliz era inviable. Cuando no podíamos ser nosotros mismos y debíamos de renunciar por el otro a cosas que formaban parte de nuestros valores fundamentales y de nuestra propia esencia, entonces, ese era el camino para el sufrimiento y no para la felicidad juntos.

Después de mucho trabajo interior, descubrí por fin que, en una relación feliz prevalece la aceptación incondicional mutua. Y eso para mí es el verdadero AMOR. Ambos miembros de la pareja crecen y se aportan mutuamente a sí mismos con libertad. Existe la confianza de aportarnos lo mejor de nosotros mismos, y también, de poder mostrar lo peor, sabiendo que el otro no dejará de amarnos por eso, ya que nos aceptamos mutua y completamente tal y como somos. Sin reproches, sin exigencias, sin condiciones. Ambos podemos simplemente SER nosotros mismos, tal y como somos, sin la necesidad de exigirle al otro que cambie para que sea como yo quiero, ni de sentir que yo debo de cambiar para que el otro me quiera.

Pero, lo más importante de todo es que comprendí que, el paso previo e imprescindible para conseguirlo es empezar por mí misma. El proceso va de dentro hacia afuera y no al revés. Primero me amo incondicionalmente yo, me permito ser yo, me acepto tal y como soy, y entonces, y solo entonces, podré también amar incondicionalmente al otro, aceptarle y permitirle SER quien es.

Para ello, me hizo falta trabajar mucho en mí y aprender a quererme y aceptarme. Tuve que interiorizar, aceptar y respetar mis derechos asertivos básicos y comprender que también el otro los tiene. Y que yo respeto los míos y los suyos y el otro respeta los suyos y los míos.

Y, cuando ambos hacemos este recorrido, entonces, y solo entonces, estamos listos para el AMOR CON MAYÚSCULAS.

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Lourdes Lacalle: lourdeslacalle.com

Lourdes es capaz de demostrarte que puedes dar un giro de 360 º a tu vida, tengas la edad que tengas, enseñándote a cambiar tus creencias, tus actitudes y tus pensamientos.


Lourdes Lacalle
¿Qué aprendiste de ti misma durante la separación y que luego te sirvió para ser más feliz o para fortalecer tus relaciones futuras?

Son muchas las cosas que he aprendido a raíz de mis separaciones. Junto con la muerte de mi padre han sido los tres momentos de mi vida en la que he sentido más dolor y para mi han sido más difíciles de superar. También con los que más he crecido.

Mi primer aprendizaje ha sido que cuando algún obstáculo se pone en mi camino es una oportunidad la que aparece, cómo un regalo que me trae la vida,  algo que necesito, aunque en un primer momento no pueda verlo. Esto hace que pueda vivirlo de forma diferente incluso cómo una aventura.

He aprendido a valorar a los hombres y lo importantes que son en mi vida a pesar de las dificultades para entenderme con ellos.

A darme cuenta que para que una relación de pareja funcione ante todo necesito valorarme yo y tener mi propio proyecto de vida. Ser coherente en esto. Que mi valor no dependa de la evaluación del otro.

He descubierto que mis temores acerca de las puertas que podían cerrarse por tomar la decisión de separarme eran infundados. Precisamente mi situación emocional debido a mi mala relación de pareja era la que hacía que esas puertas estuvieran cerradas antes y al tomar la decisión el efecto fue el contrario: todas empezaron a abrirse.

A respetar las elecciones del otro y mi derecho a elegir y responsabilizarme de las mías.

He aprendido a decir que “no”, y no hacerme cargo de lo que entiendo no me corresponde.

Lo importante que es una buena comunicación para que cualquier relación humana funcione y en especial la de pareja. Escuchar para que las distancias entre uno y otro no crezcan. No dejar que se acumulen asuntos sin resolver. Facilitar esas conversaciones profundas que necesitamos tener para poder comprender al otro en toda su extensión y ser comprendido.

He aprendido que las “Dos Películas Vividas” por los miembros de la pareja son absolutamente polares y ambas ciertas. Con este punto de partida creo en la posibilidad de ruptura, de la aceptación y del perdón de lo que ocurrió, además del agradecimiento de lo bello vivido y de aquí todas las posibilidades que se abren para llevar una vida después de una separación en armonía y paz.

He aprendido a no entregar la responsabilidad de mi vida a nadie, aunque esto pueda parecer muy cómodo en un principio. De ahí a no culpar a terceros por lo que me ocurre. Soy la única responsable de mi barco.

He superado situaciones difíciles que me ha dado alas al experimentar que soy capaz de todo lo que me proponga. Que soy buena en muchas cosas. Mi autoestima se ha visto muy recompensada.

Que para que una relación de pareja funcione solo es posible si es entre “iguales”. Ni ponerme por encima ni por abajo tanto desequilibrio me ha proporcionado una cómo otra situación.

He aprendido a ser mi propio “Príncipe Azul” y procurarme todo lo que necesito. A hacerme muchas preguntas y descubrir cómo ir modificando los aspectos de mí que no me gustan y que han dificultado que las relaciones y mi vida en general funcionaran a mi gusto.

Que todo lo que hago tiene efectos y viene de vuelta.

He aprendido a poner el foco en lo que tengo y no en lo que me falta o no me gusta.

A ser más y humilde y reconocer que necesito mucho de los demás.

Otro aprendizaje para mì ha sido establecer el respeto como algo innegociable en mi vida.

A reconocer lo importante que es cuidar a los amigos y lo valiosos que son en los momentos difíciles.

Dejar atrás todos los resentimientos y quejas que consumen la energía que necesito para superar la situación y que cabeza y corazón vayan en la misma dirección.

He aprendido ante cualquier circunstancia a mirar hacia delante. Diseñar lo que quiero que sea mi vida y comenzar a descubrir los “cómo” y “cuando” para hacerlos realidad.

Ah!! Se me olvidaba fundamental cuidar a los hijos. Los padres se separan los hijos “no”. Necesitan a los dos y lo más alegre y disponibles posible.

Podría seguir pues para mí ha sido una escuela de vida. Escuela que ha hecho posible  pasar de necesitar ayuda a poder facilitarla. Algo de lo que me siento enormemente orgullosa. Gracias.

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Lucía Celis: aportamor.com

Lucía tiene como misión alegrarte la vida, cambiarte las penas de sitio y quitarte de una vez la amargura para que te ames sin censura en tu camino hacia tu equilibrio vital.

Lucía Celis

¿Qué aprendiste de ti misma durante la separación y que luego te sirvió para ser más feliz o para fortalecer tus relaciones futuras?

En la fase de mi vida que ahora reconozco “en la que toqué fondo”, repetía inconscientemente el mismo patrón. Mis elecciones y decisiones eran directamente proporcionales a mi autoestima; pésimas.

No era capaz de aprender la lección a la que me invitaban mis errores.

Cargar a la espalda de los demás mi felicidad/infelicidad era un acto de atroz egoísmo (pero no lo sabía). No sabía que no tenía buen autoconcepto propio. No era capaz de ser consciente de la verdadera realidad. Me faltaba demasiada información, me convertí en kamikaze.

Hoy ya se que esa felicidad jamás iba a encontrarla en ningún lado ni con nadie, hasta que no fuera capaz de encontrarla dentro.

Afortunadamente “tocar fondo” me hizo entrar a fondo pero en mi Desarrollo Personal. Asumir conocimiento del vital, salir de la letal codependencia de creerme incompleta, una media mitad de algo o de alguien.

Me creía defectuosa. Mi certeza por dentro era sentirme “No digna de Amor”. Elegía estar donde peor me quisieran y me trataran y decidía quedarme y echarle fuego a la hoguera de la victimización. Era presa fácil de autoabandono, de acoso.

Una forma de reconocer que algo no va bien es las veces que agachas la cabeza. Las personas con una autoestima incorrecta o errónea, lo hacemos constantemente para recibir insultos, vejaciones, para victimizarnos, para seguir en el pozo, para no defendernos por imposibilidad real de desconocer las herramientas necesarias…

El concepto que tocaría aquí desarrollar es el de “Vergüenza Tóxica”.

Tuve que formatear mi sistema de creencias, asumir todas las mentiras por las que se sujetaba mi vida como lo que eran; MENTIRAS. Existía desde y en contacto con mi Ego.

Hoy agradezco infinitamente que mi pareja de entonces me dejara. Si el no lo hubiera hecho yo seguiría en el infierno de la victimización, haciendo y usando el Amor como si de un trato comercial se tratara y el, seguiría aguantando mi peor versión, juntitos los dos dentro de aquel infierno de celos, amargura, prepotencia, dictadura, victimismo, egoísmo, ira, soberbia, tiranía, destrucción, ego.

Todo eso hacia yo en mi fase egoica en estado puro y nunca fui consciente de lo que ahora cuento. Yo me pensaba que eso era Amor. Yo no soy creyente pero ¿sabes a quien me recordaba? A los terroristas que matan en nombre de un Dios. Pues yo mataba en nombre del Amor. No podría estar mas equivocada pero yo no lo sabía. Me convertí en mi peor enemigo. Yo era la víctima y la verdugo.

Ya he asumido mi responsabilidad personal, ya me he hecho cargo de mi, de cultivar mi autoestima y amor propio y lo hago como si mi vida dependiera de ello, porque depende de ello. Es imposible poder Amar verdaderamente a nadie, si antes no eres capaz de amarte verdaderamente a ti misma.

Ya no necesito a las personas, en tal caso las elijo.

Sigo cojeando en el tema de mi propia aceptación interna, pero este viaje de aprendizaje vital esta siendo de los mejores. Cultivar una autoestima sana y Amor Propio como arma de Defensa Personal para no caer de nuevo en ninguno de nuestros infiernos.

Cuanto más nos sabemos querer, mejores decisiones tomamos. La mayoría de las cosas que nos pasan son decisiones nuestras. Decidimos quedarnos en la mierda si seguimos creyendo que nosotras mismas lo somos. Decidimos quedarnos en el ego si elegimos victimismo. Decidimos evolucionar hacia nuestra mejor versión si elegimos Responsabilidad Personal.

El trabajo Vital e individual de cada quien va de Curar las heridas invisibles (cosas que nos pasaron en la infancia). Hacer visible lo invisible. Consciente lo inconsciente y un día después del aprendizaje vital, por fin podrás decir: No estoy sola, estoy conmigo. Existo desde y en contacto con mi Esencia. Ese lugar es lo que tu eres y lo que te hace única.

Es sentir estar en contacto con tus pasiones, con lo que te pone de novia con la vida. Esas cosas que cuando las haces parece que el mundo desaparece. Por ejemplo, a mi me encanta escribir, hacer vídeos, locuciones, estar en escenarios, ayudar a las personas que quieran evolucionar hacia su mejor versión, conectar con almas afines, aprender, crecer, hacer consciente lo inconsciente… me ha costado mucho llegar hasta aquí, pero si no lo hubiera hecho hubiera sido imposible entender que significa verdaderamente frases como por ejemplo esta “Hemos venido a esta vida para ser felices”.

Lo insólito es que viviendo en esta parte del planeta algunos aún no tengan la capacidad y el entendimiento real de poder si quiera entender que significa esa frase.

Tu Desarrollo Personal es una decisión, es un paso y no sirve que quiera darlo yo por ti. Todas las verdades vitales que estas por descubrir, sólo funcionan si el paso lo das tu. Entonces y sólo entonces, entenderás realmente el significado de la frase de “Cuando el Alumno Está Preparado, Aparece el Maestro”.

Ármate de Amor y de Valor. De nada servirá que yo o nadie te quiera o crea en ti, si antes no lo haces tu.

Vamos a hacer una prueba “Te Quiero” ese Te Quiero en tu interior durará hasta el justo momento en que tu misma dejes de hacerlo.

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Cristina Viartola: cristinaviartola.com

Cristina  te ayuda a superar dificultades para ganar más autoestima y desarrollar tu potencial para que te sientas realizada, libre y auténtica y con ganas de cambiar el mundo.

Cristina Viartola

¿Qué aprendiste de ti misma durante la separación y que luego te sirvió para ser más feliz o para fortalecer tus relaciones futuras?

Una de las cosas que aprendí es que es muy importante no perderse en el otro ni idealizarle, sino aceptarle tal cual es.

La búsqueda del “príncipe azul” solo me ha servido para sentir insatisfacción porque nadie es capaz de cumplir esas expectativas irreales.

Así que ahora trabajo en ver la realidad de mi pareja, con sus luces y sus sombras, en expresar lo que siento desde un lugar reconciliador y en ver cómo compatibilizamos las necesidades de uno y de otro.

Creo que lo fundamental es que los lados oscuros de cada uno sean compatibles, esto es, que no se potencien mutuamente sino que cada uno pueda ver el del otro, aceptarlo y ayudarle a salir de ahí.

Otro de los aprendizajes fundamentales que tuve fue que es bueno que cada uno mantenga espacios de aprendizaje y crecimiento fuera de la pareja. Y a la vez, compartir y trabajar en los espacios comunes. Creo que es el equilibrio entre estos aspectos es lo que enriquece la vida en pareja y ayuda a construir un proyecto de vida compatible, saludable y en el que los dos seamos felices.

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Ana Sastre: marketinglibelula.com

Ana ayuda a profesionales del bienestar y el desarrollo personal a diferenciarse de la competencia para que puedan vivir de su sueño: ayudar a los demás a ser más felices.

Ana Sastre

Romper una relación para mi nunca ha sido fácil. No lo es tanto si me dejan como si yo dejo a la persona. Y tanto si es de pareja como de amistad (a veces van juntas, desgraciadamente y pierdes una pareja y un amigo…) .

Pero si tengo que contar mis mayores aprendizajes sobre las rupturas serían:

  • Soy mucho más fuerte e independiente de lo que a veces creo. En realidad a veces se puede sufrir mas por pensar que algún día no te lleguen a querer… que el mismo día que pasa.

Eso me ha ayudado a plantear las relaciones sin ese “miedo” a que te dejen. Si funciona bien, y si no… es que no tenía que ser!

  • No estoy sola. En esos momentos he visto que he hecho cosas buenas en mi vida…porque hay mucha gente que me apoya cuando tengo una ruptura.

Significa que no dejé de lado a mis amigos, que he cuidado mis relaciones y que no se cae el mundo tras romper. Así no pongo el peso de toda mi felicidad en mi pareja, sino que sé que es solo una parte más 🙂

  •  Recuerdo las cosas que me duelen. Se activan miedos, inseguridades… Insisto que me pasa tanto si dejo como si me dejan. Son miedos distintos. Pero me hacen conscientes de que hay cosas que me duelen. Y me da la oportunidad también de trabajarlas y reforzar mi autoestima.
  • Perder el miedo a la ruptura me hace abrirme al amor de forma más abierta. ¿No dicen que lo contrario del amor es el miedo? Pues sin miedo doble amor!
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El que faltaba: yo mismo

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Y ahora es tu turno.

¿Qué aprendiste de ti misma durante la separación y que luego te sirvió para ser más feliz o para fortalecer tus relaciones futuras?

Responde abajo en los comentarios.

26 comentarios en “¿Qué aprendiste de ti misma durante la separación?”

    1. Nadie tiene la culpa de una separación. Una pareja es un espacio de relación en el que ambos miembros se sienten plenos y felices.

      Cuando ese espacio de relación deja de proporcionar bienestar a uno o a los dos, entonces la pareja deja de tener la función por la que se creó. Nadie tiene la culpa de esto.

      La responsabilidad de la ruptura es mutua porque ese dolor es un dolor compartido por no haber sabido mantener el vínculo.

      Los sentimientos no son malos ni buenos en sí, son los que cada uno tiene y podemos aceptarlos y abrazarlos sin juzgarlos.

      Muchas gracias Cecilia por escribir.

      Un abrazo

  1. Hola Javier, tengo timidez de aparecer por aquí por tu casa, pero después de haber leído el valor de estas 9 mujeres+ el tuyo, … me siento a fortunada por ya conocer y seguir algunas de ellas, y ahora a más, por eso gracias. Yo dejé de “mendigar” amor,… tras varias relaciones falladas y 2 divorcios a mis espaldas me siento bien conmigo misma,… tal vez nunca conozca lo que es el “vedadero” amor, tal vez viva sola el resto de mi vida,… pero una cosa te digo no me importa en absoluto. No sé lo que espero del amor pero sé perfectamente lo que no quiero del “amor”,… no sé si me explico con claridad,…
    Un enorme abrazo y muchas gracias

    1. Querida Marta, siempre eres bienvenida a este blog y te doy las gracias por participar.

      Si te amas a ti misma sin juicios y de manera compasiva ya conoces lo que es el verdadero amor.
      Muchas veces, ese amor que buscamos en los demás es un amor a nosotros mismos que nuestra niña interior nos está demandando.
      Esa necesidad de sentirnos queridos por el otro es una necesidad de querernos a nosotros.

      No veo diferencias sustanciales en los conflictos de pareja y los conflictos con uno mismo. La soltería es una elección tan válida y útil para crecer como la relación de pareja.

      Lo importante no es estar en pareja o soltero sino observar lo que sentimos mientras estamos solteros o en pareja.

      Un abrazo grande

  2. Es maravilloso ver como hay un gran aprendizaje vital después de cada experiencia. Fijate como se repite el que hay que amarse a una misma antes que nada! Gracias por este artículo con una pregunta tan sencilla y tan complicada a la vez. Porque cuando se hacen las preguntas correctas, salen los mensajes que importan.
    Un abrazo Javier

    1. Muchas gracias a ti, Ana, por enseñarme a hacer las preguntas correctas.

      El amor a uno mismo es lo que de verdad nos sana.

      Recuerdo una charla de Louise Hays en la que recomendaba decirse una cosa bonita cada día cuando te levantas y te miras al espejo. Si nosotros mismos no nos miramos con buenos ojos ¿quién va a querer hacerlo? ¿Tal vez esa pareja a quien entregamos nuestros ojos, como decía el título de la película de Icíar Bollaín?

      La pareja es quien nos sirve de espejo para vernos a nosotros mismos y si no nos vemos no podemos amarnos como merecemos.

      Un sentido abrazo

  3. Excelente post, Francisco Javier! Gracias por tomarte el tiempo de recopilar estas aportaciones, y también por la tuya! A todas las chicas que generosamente compartieron su experiencia, gracias por tanto!

    1. Gracias a ti, Priscila, por sentir también.
      No siempre es necesario expresar con palabras, a veces basta con sentir gratitud para que el amor sane nuestro dolor y el de los demás.

      Un gran abrazo

  4. Gracias Dara, por la parte que me toca.

    Es grato y enriquecedor leer a otras mujeres que ya han pasado por ese trance, el aprendizaje que conlleva empezar una vida nueva, para mi, por ahora, esta siendo duro y positivo al mismo tiempo, reconozco que me estoy redescubriendo y reencontrándome, estar sola no es algo que me desagrade; pero a veces echo de menos situaciones pasadas, al fin y al cabo…recuerdos…no más.

    Gracias de nuevo y un abrazo a tod@s.

    1. Querida Begoña, gracias por compartir tu experiencia.

      No será fácil ser de nuevo un solo corazón, cantaba Ana Belén, siempre había sido una mitad sin saber mi identidad.

      Es verdad que no es fácil hallar de nuevo tu sitio y subir sola en el ascensor cuando vienes de estar con los amigos. Recuerdo que ese momento de sábado a las tres de la mañana fue de los que más me costó superar.
      Pero debemos dar espacio a todas nuestras emociones, nos guste sentirlas o no. Las emociones vienen a sanarnos y solo si le dejamos un espacio en nuestro corazón podemos empezar ese bello trabajo de amarnos más a nosotros mismos.

      Un sentido abrazo

  5. Me identificado con cada relato-vivencia, que leí. Vaya no soy la única con tantas dudas y temores.
    Gracias, son de las casualidades haberme topado con el post….. puffffff….lo agradezco …!!!!!!

    Y bueno a seguir y aprender de tantas guerreras que han superado etapas duras y ahora son testimonio, de que si es posible sobrellevar cada prueba y crecer en ella.

    Mis felicitaciones y de nuevo un inmenso gracias.

    1. Isa, eres mucho más fuerte y poderosa de lo que crees.
      A veces cuando lo olvidamos la vida nos da un revés para recordárnoslo.
      Como dice Serrat, de vez en cuando la vida afina con el pincel, se nos eriza la piel y faltan palabras para nombrar lo que ofrece a los que saben usarla.
      Solo podemos aprender a vivir viviendo intensamente tanto las alegrías como las tristezas.

      Muchas gracias por participar también con tu testimonio.

      Un abrazo grande

    1. Gracias Dayana, por tu apoyo.
      Me alegra mucho que el brillo de estos testimonios haya conseguido, también, avivar tu propio brillo.
      No podemos ver fuera nada que no tengamos ya dentro.

      Un gran abrazo

  6. Querido Francisco Javier:

    Qué grandísimo honor haber podido colaborar en este precioso tapiz que has tejido con los retazos de Amor y Verdad que te hemos dejado entre todas.
    Y qué suerte haber podido estar en este grupo de mujeres fuertes y valientes, aportando mi propia experiencia.
    Y descubro con sorpresa, como comenta Lucía, la magia de este aprendizaje que nos permite simplemente SER y que nos hace a todas iguales en nuestras diferencias. Como muy bien dices, todos formamos parte de lo mismo y ese es el mayor de los aprendizajes 🙂

    Muchísimas gracias a todas por haber aportado tanto y por la belleza y fuerza de vuestras palabras. Me ha encantado todo lo que habéis compartido 😀

    Y muchas gracias a ti, Francisco Javier, por haberle dado forma con tus imágenes y palabras de una forma tan bonita como original. ¡No me cansaré de decirte lo mucho que me gustan tus vídeos! 😉

    Ojalá, entre todos, podamos ayudar a muchas otras personas que lo están pasando tan mal con sus separaciones de pareja:

    – Porque aún no han iniciado ese proceso, pero lo sienten inminente y tienen miedo de sus consecuencias.

    – O porque están en este momento justo en mitad de ello, en medio de un torbellino devastador que está poniendo patas arriba toda su vida.

    – O porque justo acaban de atravesar su desierto particular y, estando ya en el final de todo, no saben cómo seguir adelante y cómo recomponer los pedazos de lo que queda de su vida.

    Para todos ellos un mensaje de esperanza:

    Hay vida al otro lado del túnel. Y si te ha tocado vivir esto, aunque ahora mismo no lo creas, seguramente, esa vida será más plena, consciente y feliz. No te detengas y sigue adelante. La luz está al otro lado. Y ten por seguro que también para ti llegará la alegría, la paz y la serenidad. Solo necesitas confiar en ti y amarte incondicionalmente, y todo lo demás llegará por añadidura.
    Como has leído más arriba, ha sido así para los que ya lo hemos vivido, así que, ¿porque no va a serlo también para ti?

    ¡Un abrazo enorme para todos!
    Y, sobre todo, mucho AMOR <3

    1. Querida Ana, es un placer sentir de nuevo tu entusiasmo.

      Gracias por compartir en este trabajo tu experiencia y tu amor.

      La experiencia del duelo amoroso nos hace crecer. Mientras atravesamos el desierto del desamor no podemos ser conscientes de que al final del viaje la ropa nos quedará pequeña porque nosotros ya no somos los mismos.

      Ana Mª Matute tiene un cuento precioso y muy triste que se titula El niño al que se le murió el amigo en el que nos dice que crecer duele.

      Cada vez que algo o alguien se nos muere (la pérdida de una pareja nos conecta con un dolor terrible, similar al que produce la muerte) descubrimos dentro de nosotros una estancia que queda vacía y que nos causa dolor, pero que luego, una vez vivido y pasado el duelo, nos damos cuenta de que nuestra casa es más grande, que nosotros somos más altos, más fuertes y más bellos.

      Un gran abrazo, y aquí te dejo el cuento:

      EL NIÑO AL QUE SE LE MURIÓ EL AMIGO

      Una mañana se levantó y fue a buscar al amigo, al otro lado de la valla. Pero el amigo no estaba, y, cuando volvió, le dijo la madre:

      -El amigo se murió.

      -Niño, no pienses más en él y busca otros para jugar.

      El niño se sentó en el quicio de la puerta, con la cara entre las manos y los codos en las rodillas. «Él volverá», pensó. Porque no podía ser que allí estuviesen las canicas, el camión y la pistola de hojalata, y el reloj aquel que ya no andaba, y el amigo no viniese a buscarlos. Vino la noche, con una estrella muy grande, y el niño no quería entrar a cenar.

      -Entra, niño, que llega el frío -dijo la madre.

      Pero, en lugar de entrar, el niño se levantó del quicio y se fue en busca del amigo, con las canicas, el camión, la pistola de hojalata y el reloj que no andaba. Al llegar a la cerca, la voz del amigo no le llamó, ni le oyó en el árbol, ni en el pozo. Pasó buscándole toda la noche. Y fue una larga noche casi blanca, que le llenó de polvo el traje y los zapatos. Cuando llegó el sol, el niño, que tenía sueño y sed, estiró los brazos y pensó: «Qué tontos y pequeños son esos juguetes. Y ese reloj que no anda, no sirve para nada». Lo tiró todo al pozo, y volvió a la casa, con mucha hambre. La madre le abrió la puerta, y dijo: «Cuánto ha crecido este niño, Dios mío, cuánto ha crecido». Y le compró un traje de hombre, porque el que llevaba le venía muy corto.

      FIN

  7. Querido Javier,

    Muchas gracias por haberme participado a colaborar en este post junto a todas estas maravillosas mujeres y junto a ti. Es un placer leer la experiencia de cada una y comprobar cómo estos aprendizajes pasan a formar parte de lo que somos, y nos ayudan a reencontrarnos y a abrirnos al amor. Compartiendo nuestra vulnerabilidad nos hacemos más fuertes. Es precioso. Gracias!

    Un abrazo a todas y otro enorme para ti! <3

    1. Querida Cris,

      Lo que aprendemos nos ayuda a abrirnos al amor. Que bello es eso que dices.

      Parece que el dolor de una ruptura nos contrae y nos aleja del amor por miedo a sufrir de nuevo, sin embargo cuando nos cerramos al amor nos cerramos a la vida. Como decía la canción de Dyango, es mejor querer y después perder que nunca haber querido. La vida no distingue entre experiencias gozosas y dolorosas, para ella soy hay experiencias y estamos aquí para experimentar.
      Pero a veces ese miedo está tan camuflado que no nos damos cuenta de que vamos pidiendo de que nos acaricien sin quitarnos antes la armadura.

      Muchas gracias por ser una de esas 9 mujeres que toman su fuerza de su vulnerabilidad.

      Un gran abrazo.

  8. Aprendí a no aceptar malos tratos de alguien. A sanar mis heridas, descubrí de lo que era capaz de hacer yo sola y vencer mis miedos al no hacer lo que mis padres esperaban de mi. Muchas veces me despertaba llorando preguntandome hacía donde iba mi vida y sin encontrarle el sentido seguía luchando. Ahora despues de 3 años sigo mi lucha, pero con la diferencia de que crecí en humildad, la separaciòn me hizo enfrentrarme a la necesidad economica lo cual me hizo madurar mucho y valorar mis propios logros. Ahora yo les digo que bendita sea mi separacion la cual me enseño a cuidarme y saber que lo fuerte que era.

    1. Muchas gracias Tania por compartir tu aprendizaje.
      Cuando aprendemos a mirar con humildad estamos aceptando nuestra propia responsabilidad y eso nos hace fuertes.
      A menudo el dolor viene a despertarnos del mal sueño que estamos viviendo en pareja.
      Cuando te das cuenta tal vez debas desprenderte de lo material pero date cuenta de que estás invirtiendo en aquello que ningún otro naufragio sentimental podrá arrebatarte.

      Un sentido abrazo.

  9. Querido Francisco,

    No se si eres consciente de la belleza de este trabajo de recopilación que has hecho y de la felicidad que has sumado a la mía, al concederme el honor, de hacerme formar parte de este maravilloso elenco de compañeras, junto con tus vídeos de inicio y final.

    De algunas ya conocía sus proyectos y de todas me ha encantado leer y asumir cada uno de los aprendizajes, junto con tu vídeo. Parece magia lo mucho que tenemos en común, las veces que se repiten las mismas palabras y parecidos aprendizajes. Leído y visto como conjunto, parecemos lo mismo. Esa magia o ese factor común, creo que es el Aprendizaje Vital que nos desveló el Desarrollo Personal, cuando por fin, permitimos que nos tocara el Alma. Quedo agradecida con todas y contigo principalmente por tu generosidad al haber hecho de tu proyecto y esta casa virtual, un hogar.

    Estaré atenta esperando vuestra participación en la difusión y vuestros comentarios,

    Nos vemos por esta maravillosa senda. Seguimos aprendiendo, aportando y sumando. ?

    1. Querida Lucía, cuánta razón tienes.

      También me sorprendió comprobar cómo nos parecemos a medida que nos vamos abriendo como matrioskas (esas muñecas rusas que están unas dentro de otras) para descubrir, maravillado, que todxs somos parte de lo mismo.

      Tal vez el secreto guardado en esa última muñequita que ya no puede abrirse porque ya no tiene nada que esconder, sea que cuando tenemos un conflicto con el otro, en realidad lo tenemos con nosotrxs mismxs.

      Cuando llegamos a esa última muñequita, como bien nos enseña Mª José Mochón, ya hemos alcanzado a nuestra niña interior y al abrazarla nos amamos a nosotrxs mismxs como nadie más puede hacerlo.

      Gracias por formar parte de este aprendizaje.

      Un sentido abrazo

  10. Waoohhh que bonito post y que buenos aprendizajes se pueden extraer cuando una hace un ejercicio de introspección honesto.

    Gracias por animarnos a eso Francisco Javier.

    ¡Felicidades por la recopilación! Ahhh y una presentación precisosa 🙂

    1. Muchas gracias a ti, Mª José, por colaborar y compartir lo que has aprendido y comprendido.
      Ha sido un bello trabajo ordenar tantas palabras que, sobre todo, hablan de amor hacia uno mismo que de desamor hacia el otro.

      Un sentido abrazo

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