¿Cómo puedes sentirte bien cuando no encuentras pareja?
¿Es verdad que se puede lograr la plenitud amorosa mientras busco pareja cuando precisamente lo que siento es la carencia y la falta del amor?
Sí, se puede.
¿Cómo?
Convirtiendo la búsqueda de pareja en el camino para lograr tu felicidad antes que en el camino para lograr una pareja.
En este vídeo voy a resolver todas tus dudas
Cómo Raquel, Diana y Álvaro lograron sentirse bien sin tener una pareja.
Soy Francisco Javier Gutiérrez, experto en amor consciente y ayudo a solteros que han arruinado sus relaciones de pareja a confiar de nuevo en el amor para encontrar una nueva pareja a través de mi método Amor Interior Consciente.
En este vídeo voy a demostrarte que la búsqueda de pareja es el mejor camino para aprender a amarte a ti misma y a ti mismo.
Y al final del vídeo te daré las instrucciones para que puedas acceder a una sesión estratégica gratuita conmigo para enseñarte como puedes aprender a amarte a ti mismo a través de la búsqueda de pareja. No te pierdas esta ocasión única.
¿Pero es posible eso? ¿Puedo amarme a mi mismo mientras busco pareja cuando precisamente lo que siento es la carencia y la falta del amor? ¿Me estás diciendo la verdad?
Sí, estoy diciendo la verdad, y muchos de mis clientes también podrían decírtela.
Escucha lo que descubrió Raquel:
Conocí a mi niña interior divina, descubrí mis falsas creencias, heridas y máscaras que eran el motivo de mi tristeza y mi comportamiento. Aprendí también a redirigir mi ira
Esto fue lo que aprendió Diana:
Ahora siento que conozco un poco más sobre mi misma y que tengo más herramientas para gestionar mi día a día que me ayudan con mi objetivo principal que es estar en paz conmigo misma y con mi entorno.
Y este es el cambio que experimentó Álvaro:
Pude lograr una total desidentificacion del ego y reencontrar mi ser esencial. Tuve la oportunidad de liberar el sufrimiento y los resentimientos acumulados por ignorancia, y descubrí la verdad detrás del dolor.
El peor cumpleaños de mi vida porque no tenía pareja.
Mira, ahora voy a contarte un episodio de mi vida en el que me sentía muy desgraciado porque no tenía pareja. Recuerdo que todos mis amigos tenían pareja y me sentía muy solo.
En aquél entonces las cosas iban bastante mal en el trabajo y se avecinaba un ajuste drástico de plantilla. Y para colmo estaba a punto de cumplir los treinta y no tenía ánimos para celebrarlo porque creía que la vida era mi enemiga.
¿Sabes lo que pensaba acerca de mi en aquella época?
Que era un hombre poco atractivo, que tenía un cuerpo flacucho que no podía despertar el deseo de nadie, que era iracundo y tenía mal carácter y, lo más importante de todo, pensaba que yo no sabía amar y que no tenía cualidades para ser la pareja de nadie.
Menudo panorama a los treinta.
Recuerdo que hice para mis amigos unas tarjetas con un poema para “no celebrar” mi cumpleaños y cuyo mensaje era algo así como “Dejadme con mi dolor y disfrutad vosotros de vuestra vida maravillosa”.
Parecía el pollito Calimero. Bueno o mucho peor. A mi lado el pollito Calimero era un afortunado…
De vez en cuando la vida te besa en la boca
Por aquella época yo compartía piso y el día de mi cumpleaños me encontré la casa vacía y silenciosa.
Estaba completamente a oscuras salvo la luz de treinta velitas que titilaban como estrellas por todos los rincones de la casa.
Cuando entré en el salón y justo antes de encender las luces aparecieron mis amigos que me felicitaron y me llenaron de besos. Esos mismos amigos a quienes yo había escrito una tarjeta que solo inspiraba lástima de mi mismo.
Entonces la claridad llegó a mi mente y fui consciente de mi arrogancia, de mi falta de responsabilidad ante lo que me acontecía y sobre todo de mi falta de confianza en la Vida.
La vida, que yo creía mi enemiga, me estaba besando en la boca, como dice Serrat.
Me di cuenta, entonces, de que yo estaba creando mi vida con mi forma de pensar y que lo que veía a mi alrededor solo era un reflejo de mi sentimiento de víctima.
El día que cumplí treinta años comprendí que no era capaz de reconocer esos besos que la vida nunca había dejado de darme.
Algo estoy haciendo mal, entonces, me dije.
Creo que ahí comenzó el camino de mi desarrollo personal.
Cómo abandoné el patrón de víctima.
Aún así, tuvieron que pasar todavía muchos años para que abandonara el patrón del victimismo y la queja.
Dicen que lo que no se aprende por discernimiento se aprende por sufrimiento.
Y así fue, porque mantuve la creencia en ese personaje limitado y carente de amor durante mucho tiempo. Incluso después de haber encontrado una pareja.
Porque la vida me ofreció una pareja, un chico maravilloso, pero yo seguía pensando que no era válido para tenerla.
La creencia de que yo era un chico anti-pareja estaba tan arraigada en mi mente que soltarla iba ser difícil.
De este modo, para tener razón, para seguir reafirmando la idea que tenía acerca de mi mismo, saboteaba esa relación sin darme cuenta.
Mientras tanto me quejaba y decía que había traicionado mi libertad y que yo solo era una víctima de las circunstancias.
Hoy, veinte años después, voy a mostrarte el resultado definitivo de aquel descubrimiento, de aquella claridad mental que me dieron esa treinta velitas.
La clave que cambió mi forma de ver el amor
Estoy a punto de revelarte la clave que cambió mi forma de ver el amor y las relaciones de pareja y que también cambiará la tuya si así lo deseas.
Esta clave es LA RESPONSABILIDAD.
Es una palabra fea, sí. Una palabra que se asocia con la culpa. Al mismo tiempo la responsabilidad es lo contrario de la culpa.
Para mí ser responsable es hacerme cargo de lo mío y dejar de acusar al otro de mi dolor.
Ser responsable es admitir que creamos constantemente nuestra vida y que debemos asumir todas las consecuencias de nuestras decisiones, de nuestros actos y de nuestras reacciones.
Te puedo decir ahora que nunca me sentí más dueño de mi vida que el día que decidí centrarme en mi mismo y dejar de proyectar en los demás mi malestar y el dolor que me causaba la soledad.
¿Cómo lo hice?
Reconociendo que mi identidad estaba construida sobre un personaje que se sentía víctima del mundo.
Me di cuenta de que el origen de mi dolor estaba en la creencia inconsciente de que yo no merecía ser amado.
¿Cómo va a creerse digno de amor alguien que dice de si mismo que es poco atractivo, que es iracundo, que es anti-pareja, que no sabe amar y que no tiene cualidades para ser la pareja de nadie?
Observándolo detenidamente, yo diría que me odiaba profundamente.
¿Cómo pude darme cuenta de ese odio hacia mi?
Pues a través del malestar y el sufrimiento.
Así comenzó mi proceso de desarrollo personal
Lo cierto es que solo a través de un proceso de indagación y exploración interior pude identificar las creencias que estaban produciendo mis emociones dolorosas y que estaban creando a mi alrededor una vida de dolor y sacrificio.
Descubrí que mi niño interior tenía una herida de rechazo y para protegerse de esa herida el niño había fabricado la máscara de la huida.
Mi máscara pensaba lo siguiente:
Me rechazan porque, a fin de cuentas, yo valgo muy poco y no merezco recibir amor. No tengo derecho a existir. Mejor me vuelvo invisible y huyo de los demás así nadie podrá rechazarme.
La creencia de que no merecía ser amado me protegía del sufrimiento de no recibir el amor que necesitaba. Ese era el beneficio de una creencia que me causaba mucho dolor.
Al mismo tiempo esa creencia me desconectaba de mi centro y de mi Yo Esencial. Esa creencia negaba mi verdadera naturaleza y por eso sufría y me lamentaba.
Tuve que admitir que era yo quien rechazaba a los demás para evitar así sentirme rechazado por ellos.
Me di cuenta también que era yo quien se estaba rechazando a si mismo cuando pensaba que no merecía ser amado.
Así fue como asumí la responsabilidad de mis emociones y estuve dispuesto a cuidar la herida de mi niño interior.
Hoy la Luz Interior ilumina mi camino
De este modo, a través de la sanación del niño herido, dejé de considerarme inútil y sin valía cuando buscaba pareja y empecé a confiar en mis propias capacidades.
Me di cuenta de cuáles eran mis verdaderas necesidades y aprendí a transformar la exigencia hacia mis posibles parejas en amor hacia mi mismo.
Esa claridad a lo largo de estos últimos años se ha transformado hoy en la poderosa luz del amor.
Estoy seguro de que tú también puedes ver esa luz en mi interior, una luz que puede acompañarte en el camino de la búsqueda de tu propia felicidad.
Por eso quiero invitarte a una sesión estratégica gratuita conmigo para hablar de todo esto y para que me cuentes lo que te preocupa acerca del amor y la pareja.
Pero antes quiero saber si cumples los requisitos para que podamos tener esa sesión.
Así que debajo de este vídeo tienes el link para acceder a mi MasterClass
¿Cómo acertar con tu próxima pareja conectando con tu Amor Interior?
Después de ver el vídeo sabrás si cumples los requisitos y podrás reservar la sesión estratégica conmigo.
Te dejo el link para que puedas acceder aquí abajo.
Te mostraré un camino para que puedas asumir la responsabilidad de tu vida y conectar con tu poder interior.
Yo que tú no me lo perdería.
Ubuntu!!!