Francisco Javier Gutiérrez

Francisco Javier Gutiérrez

EXPERTO EN AMOR CONSCIENTE

Ayudo a solteros que han arruinado sus relaciones de pareja a a confiar de nuevo en el amor para estar en paz consigo mismos y disfrutar de una pareja duradera, con mi método Amor Interior Consciente [AICO].

¿Sabes que aquello que siembres hoy será la cosecha de mañana?

Estás en un momento de tu vida en el que eres más consciente que nunca del dolor que te causa haber arruinado tus relaciones de pareja y quieres aprender a sanar tus heridas inconscientes antes de enamorarte de nuevo.

Crear una relación de pareja

Quieres confiar de nuevo en el amor para disfrutar de una relación consciente de pareja sin exigir que se ocupen de tus necesidades.

Cambiar tu estilo de apego

Deseas llegar al fondo de tus comportamientos culpables, ansiosos, celosos o evasivos que te impidieron crear vínculos profundos.

Sanar las heridas del pasado

Tienes pánico a cagarla de nuevo porque no has sabido sanar las heridas emocionales de tu infancia y adolescencia.

Amar sin necesitar al otro

Quieres dejar de atraer relaciones conflictivas o de sentir atracción hacia relaciones que no te hacen ningún bien.

Abandonar el victimismo

Deseas abandonar el victimismo y el sentimiento de impotencia de tus relaciones anteriores.

Crecer espiritualmente

Quieres conectar con tu Esencia Profunda como una fuente de cualidades maravillosas desde la que poder dirigir tu vida.

Francisco Javier Gutiérrez niño

¿Por qué no sabía estar solo y tampoco sabía estar en pareja?

Yo sentía un profundo dolor porque no tenía pareja y luego me daba cuenta de que ese dolor se multiplicaba por diez cuando la encontraba.

Para protegerme de ese dolor me fabriqué la creencia de que yo no servía para estar en pareja.

Muchas veces llegué a la conclusión de que el amor no era para mi, que lo mejor que podía hacer era huir del sufrimiento que me causaba tener una relación de pareja.

De este modo llegué a la conclusión de que mi destino era la soltería y que la experiencia de una pareja feliz no estaba en mi camino.

Mira, yo soy Aries y este signo está regido por Marte, y había construido la creencia de que en el templo de Marte, dios de la guerra, nunca podría vivir cupido, el Dios del Amor.

Yo vívía en un safari emocional...

Y es que cada experiencia amorosa me confundía aún más porque no veía resultados ni avances a pesar de todos mis esfuerzos.

Iba dando tumbos de relación en relación. Utilizaba el sexo como sustituto del amor.

Por eso cuando conocía a alguien que me atraía me sentía afortunado. Y si la atracción era mutua el cielo se llenaba de fuegos artificiales.

Pero el éxtasis duraba muy poco porque cada uno buscaba en el otro aquello que no podía encontrar dentro de sí mismo.

Un día, después de una terrible discusión con mi pareja, toqué fondo y entonces me dije: Tiene que haber otro camino.

Me había cansado de sufrir.

Me di cuenta entonces de que la salida del laberinto estaba dentro de mi. Me di cuenta de que había estado buscando durante años la salida en el exterior y ahí fuera no hay salida posible.

Cuando llegó el profundo dolor de la última ruptura me di cuenta de que había estado poniendo toda mi atención en el otro y me había olvidado de mi.

Me di cuenta de que le había entregado el poder de mi felicidad a aquellos a quienes amaba.

Cuando recuperas la conexión con tu Yo esencial estás retomando las riendas de tu vida.

La clave que cambió mi forma de ver el amor

Esta clave es LA RESPONSABILIDAD.

Para mí ser responsable es hacerme cargo de lo mío y dejar de acusar al otro de mi dolor.

Te puedo decir ahora que nunca me sentí más dueño de mi vida que el día que decidí centrarme en mi mismo y dejar de proyectar en los demás mi malestar y el dolor que me causaba la soledad.

¿Cómo lo hice?

Reconociendo que mi identidad estaba construida sobre un personaje que se sentía víctima del mundo.

Me di cuenta de que el origen de mi dolor estaba en la creencia inconsciente de que yo no merecía ser amado.

¿Cómo va a creerse digno de amor alguien que dice de si mismo que es poco atractivo, que es iracundo, que es anti-pareja, que no sabe amar y que no tiene cualidades para ser la pareja de nadie?

Observándolo detenidamente, yo diría que me odiaba profundamente.

¿Cómo pude darme cuenta de ese odio hacia mi?

Pues a través del malestar y el sufrimiento.

Francisco Javier Gutiérrez 1996

Así descubrí la herida de mi infancia

Lo cierto es que solo a través de un proceso de indagación y exploración interior pude identificar las creencias que estaban produciendo mis emociones dolorosas y que estaban creando a mi alrededor una vida de dolor y sacrificio.

Descubrí que mi niño interior tenía una herida de rechazo y para protegerse de esa herida el niño había fabricado la máscara de la huida.

La creencia de que no merecía ser amado me protegía del sufrimiento de no recibir el amor que necesitaba. Ese era el beneficio de una creencia que me causaba mucho dolor.

Al mismo tiempo esa creencia me desconectaba de mi centro y de mi Yo Esencial. Esa creencia negaba mi verdadera naturaleza y por eso sufría y me lamentaba.

Tuve que admitir que era yo quien rechazaba a los demás para evitar así sentirme rechazado por ellos.

Me di cuenta también que era yo quien se estaba rechazando a si mismo cuando pensaba que no merecía ser amado.

Así fue como asumí la responsabilidad de mis emociones y estuve dispuesto a cuidar la herida de mi niño interior.

De este modo, a través de la sanación del niño herido, dejé de considerarme inútil y sin valía cuando buscaba pareja y empecé a confiar en mis propias capacidades.

Me di cuenta de cuáles eran mis verdaderas necesidades y aprendí a transformar la exigencia hacia mis posibles parejas en amor hacia mi mismo.

Esa claridad a lo largo de estos últimos años se ha transformado hoy en la poderosa luz del amor.

Estoy seguro de que tú también puedes ver esa luz en mi interior, una luz que puede acompañarte en el camino de la búsqueda de tu propia felicidad.

 

¿Cómo puedes lograr lo mismo que yo he conseguido?

¿Cómo puedes dejar de manipular y de meter la pata en tu próxima relación de pareja?

Cada vez que sientes que el otro no te da aquello que necesitas, ya sea libertad, atención, amor, independencia o cariño, te estás sintiendo una víctima de las circunstancias.

En este vídeo te presento el Método Amor Definitivo.

Un método en 6 pasos que te permite transformar el victimismo en responsabilidad.

Mira lo que dicen mis clientes acerca del Método AICO

JUAN CARLOS DÍAZ

GRANADA (España)

"El Método te enseña cómo auto-gestionar tus emociones tú solito. "

MARÍA JESÚS LEDO

MADRID (España)

"He podido darme cuenta del entusiasmo y la alegría que mi niña interior tenía."

JUAN CARLOS DÍAZ

GRANADA (España)

"Una vez que tú identificas lo que te pasa sabes observar esa máscara perfectamente"

Llévate mi master class gratuita para saber qué estás haciendo mal en tus relaciones de pareja.

LAS 9 PUERTAS HACIA LA LIBERACIÓN DE LA CULPA DE MIS RUPTURAS DE PAREJA

DESCUBRE LAS 9 PUERTAS QUE TUVE QUE CRUZAR PARA CONECTAR CON MI AMOR INTERIOR.

¿Qué es el Amor Interior?

El Amor Interior es el amor que tengo dentro de mi. No es el amor que espero recibir de los demás sino el amor que doy a los demás.

Cuando no estás conectado con tu Amor Interior no puedes amar, solo puedes manipular al otro para lograr eso que necesitas recibir.

Cada vez que te sientes culpable tras una ruptura estás manipulando para lograr eso que crees que te falta en el amor.

LA PUERTA DE LA QUEJA

La primera puerta del viaje hacia el Amor Definitivo es la Puerta de la Queja.

Es decir, si no te das cuenta de que estás quejándote de todo lo que te ocurre en relación con el amor no puedes empezar este viaje.

Cuando estás en la Queja Continua tienes que reconocer que no estás en paz y que hay un profundo malestar en tu vida. Un dolor que no comprendes y que te parece imposible de sanar por eso siempre estás quejándote de todo.

Me sentía como un pasajero en un vagón, siguiendo al pie de la letra el carril previsto, circulando por una vía muerta que terminaba ¡¡¡en el cementerio!!!

Mientras tanto la vida, lo que yo llamaba estar vivo, era lo que pasaba ahí fuera, lejos de los raíles de la queja, la seguridad y el aburrimiento.

Debía haber algo más ahí fuera ¿Por qué no iba a buscarlo? ¿Por miedo? ¿Por comodidad? ¿Por pereza?

¿Qué me impedía salir de ese hotel adormidera que yo llamaba mi vida aburrida?

¿Has cruzado ya la puerta de la Queja Continua? ¿O no te das cuenta cada vez que te quejas? ¿No puedes parar de quejarte de lo que te ocurre en el amor? ¿Qué te está impidiendo salir del aburrido rail de tu existencia? ¿Qué es lo que te queda por vivir?

LA PUERTA DE LA DECISIÓN

La segunda puerta del viaje hacia el Amor Definitivo es la Puerta de la Decisión.

Decidí saltar del Tren de la Comodidad.

Me consumían la rabia y la impotencia. Sobre todo, la rabia.

Esa voz dentro de mi me decía:

“Pobre diablo, qué pena me das. Tanto dolor, tanto sufrimiento en el mundo de las relaciones para quedarte ahí sin hacer nada. Tú ahí sentado en tu vagón mirando la vida pasar esperando que las respuestas te las traiga el viento.”

Y entonces salté del tren y decidí hacer otro viaje, un viaje profundo en busca de respuestas.

Entonces me di cuenta que la solución a mi malestar emocional pasaba por el desarrollo personal y la conexión con esa parte de mi interior que es sabia, compasiva y amorosa.

Un amigo me escribió y lo que me dijo me pareció una locura entonces, al mismo tiempo, un impulso irrefrenable me llevó hasta ese lugar del que me hablaba mi amigo. Ese sitio era la Escuela Transpersonal.

¿Has cruzado ya la puerta de la Decisión? ¿Crees que existe otro camino hacia tu felicidad que no pase por tu desarrollo personal? ¿Qué has aprendido hasta ahora en tu proceso de crecimiento?

LA PUERTA DE LA DUDA

La tercera puerta del viaje hacia el Amor Definitivo es la Puerta de la Duda.

Sentía que cada vez tenía menos razones para quejarme al mismo tiempo que mi malestar no desaparecía.

Me estaba dando cuenta de que el coste de cambiar mi modo de pensar era demasiado grande.

Creía que no estaba preparado, ni dispuesto, a renunciar a ciertas ideas que la experiencia personal me había demostrado que eran ciertas. Esas ideas me definían. ¿Cómo iba a renunciar a mis ideas?

Aprender es lo mismo que cambiar y para cambiar era preciso soltar creencias equivocadas que me definían y que eran valiosas para mi.

Eran ideas que me causaban mucho dolor, es cierto, y al mismo tiempo me daban identidad y seguridad. Es que yo soy así, me decía. Yo soy así y así seguiré, nunca cambiaré…

¿Qué me estaba pasando? Seguía en caída libre. Todo estaba patas arriba y eso me llenaba de intranquilidad.

¿Has cruzado ya la puerta de la Duda? ¿También te cuesta asumir la responsabilidad de lo que sientes? ¿Has perdido la fe en el desarrollo personal para lograr ser feliz? ¿Piensas que solo hay vendehúmos que no predican con el ejemplo?

LA PUERTA DEL ARREPENTIMIENTO

La cuarta puerta del viaje hacia el Amor Definitivo es la Puerta del Arrepentimiento.

El camino del desarrollo personal no molaba tanto como pensaba. ¿Y para eso me estoy gastando una pasta?

Recuerdo que lo más importante fue el descubrimiento de mi niño interior. Yo había oído hablar mucho del niño interior herido, pero me parecían chorradas espirituales. Mi infancia había sido maravillosa. Punto.

Me di cuenta de la profunda necesidad de amor que tenía en la actualidad. Y que era, además, la misma necesidad de amor que tenía ese niño de 5 años.

Antes de cruzar la Puerta de la Decisión tenía claro que los demás eran los culpables de lo que me ocurría. Ahora me sentía perdido y angustiado porque asumir la responsabilidad de una vida duele mucho.

Entonces lo vi todo con claridad y llegó el gran descubrimiento.

¿Has cruzado ya la puerta del Arrepentimiento? ¿Te has dado cuenta de que sigues necesitando el mismo amor que si tuvieras 5 años? ¿Crees que tal vez hubiera sido mejor no haber iniciado este viaje hacia el Amor Definitivo?

LA PUERTA DEL DESCUBRIMIENTO

La quinta puerta es la Puerta del Descubrimiento.

Es decir, descubrí que quien gobernaba mi vida era mi niño interior herido. Yo era una marioneta de ese niño:

Ese niño había creado la máscara del huidizo porque creía que la mejor manera de evitar el sufrimiento era huir de la intimidad.

Por esa razón siempre se encargaba de sabotear mis relaciones de pareja.

Tú estás mejor solo, decía esa máscara.

Además, ese niño, había fabricado también la máscara de la rigidez para desconectarme de mis emociones y protegerme así del dolor de no sentirme amado.

Si no sientes no sufres, decía esa máscara.

Descubrir mi máscara del huidizo y mi máscara de rigidez me ayudaron a aceptarme y comprenderme y sobre todo a amar mis heridas infantiles.

¿Has cruzado ya la puerta del Descubrimiento? ¿Ha ocurrido algo en tu vida que lo ha cambiado todo? ¿Has encontrado un maestro, un mentor que te ha mostrado lo que no habías visto hasta ahora?

LA PUERTA DEL PROGRESO

La sexta puerta del viaje hacia el Amor Definitivo es el la Puerta del Progreso.

Por mucha fe que diga que tengo en mi mismo, si la experiencia no me muestra lo que creo acerca de mi, si todo sigue igual en mi vida, no habré aprendido nada.

Yo soy el único responsable de mi vida. Yo creo mi vida con mis decisiones y mis acciones.

Si mi realidad no cambia sigo anclado en las viejas creencias del pasado. Porque son mis creencias las que crean mi realidad. No es la realidad la que crea mis creencias.

Yo no era una víctima del mundo, mi mundo solo era un reflejo de mis pensamientos y mis creencias.

Uno de esos cambios visibles fue dejar mi trabajo para dedicarme a acompañar a personas en sus procesos de desarrollo personal.

 

¿Has cruzado ya la Puerta del Progreso? ¿Has sentido que las derrotas se están convirtiendo en pequeñas victorias? ¿Puedes comprobar que tu vida se está alineando con tu propósito? ¿Está reflejando tu experiencia aquello que sientes dentro de ti?

LA PUERTA DEL TRIUNFO

La puerta número 7 es la puerta del Triunfo.

Es decir, el cambio más importante fue abandonar el victimismo para asumir la responsabilidad de mi vida. Decir adiós al niño y decir hola al hombre.

Dejé de quejarme todo el tiempo de todo, de mi soledad, de mi madre, de que no tenía parea o del dolor que me causaba tener pareja, etc.

Ser responsable es admitir que creamos constantemente nuestra vida y que debemos asumir todas las consecuencias de nuestras decisiones, de nuestros actos y de nuestras reacciones

Me había dado cuenta de que en la vida no atraes lo que quieres sino lo que eres.

Y entonces empecé a comportarme como la persona de la que se enamoraría mi pareja ideal.

¿Has cruzado ya la Puerta del Triunfo? ¿Has sentido que has logrado aquello que más anhelabas? ¿Puedes comprobar que tu vida es coherente con lo que deseas?

LA PUERTA DE LA REFLEXIÓN

La octava puerta es la puerta de la Reflexión.

Cuando tomé la decisión de emprender este viaje hacia mí mismo creía que la causa de mi malestar y mi sufrimiento estaba en los demás.

Ahora, al final de este viaje me doy cuenta de que la causa de mi dolor está dentro de mi, en mis pensamientos y mis creencias aprendidas.

Dice Un Curso de Milagros que es imposible cambiar nada en el presente si su causa se encuentra en el pasado.

La causa de mi dolor está en las creencias erróneas de mi niño interior. Solo sanando a ese niño puedo encontrar el Amor Definitivo en el presente.

Me he dado cuenta de que la razón de no encontrar pareja era el miedo a que mi futura pareja me mostrara esas sombras profundas, esa parte que no quiero ver de mí mismo.

¿Has cruzado ya la Puerta de la Reflexión? ¿Puedes observar el camino recorrido en tu proceso de desarrollo personal? ¿Estás viendo un antes y un después en tu vida? ¿Te das cuenta de la transformación que has vivido?

LA PUERTA DEL PRINCIPIANTE

La última puerta de este viaje hacia el Amor Definitivo es la Puerta del Principiante.

En el camino del amor y la pareja nunca terminamos de aprender.

Ahora se trata de mantener esa mentalidad de principiante. Reconocer que no sabemos y que hacemos en cada momento lo que podemos.

Cada persona, cada pareja que aparece en nuestra vida ha sido llamada para aportarnos algo que no sabemos aún. Eso es lo que dice Un Curso de Milagros.

Por eso decido hacer caso a la voz de mi alma, la voz de mi Espíritu o mi Yo Esencial.

Ahora sé que arruinar una relación de pareja no es un fracaso sino una herramienta de aprendizaje para lograr sentirme más pleno y feliz.

¿Has cruzado ya la Puerta del Principiante? ¿Te has dado cuenta de que nunca terminas de aprender y que cada nueva pareja es un nuevo comienzo? ¿Eres capaz de ver lo que acontece en tu vida amorosa desde la perspectiva de tu Yo Esencial? ¿Sientes que has encontrado el Amor Definitivo?

¿Quieres liberarte de tu sentimiento de culpa tras la última ruptura?

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